La Fiscalía pide informes a la Guardia Civil y a Inspección de Trabajo por el empleado ilegal que perdió el brazo - Yahoo! Noticias
jueves, 11 de junio, 10.52
Europa Press
La Fiscalía de Siniestralidad Laboral de Valencia ha pedido los informes a la Guardia Civil y a Inspección de Trabajo para investigar lo ocurrido con el trabajador inmigrante que perdió el brazo izquierdo con una máquina de amasar en una panificadora del polígono Real de Gandia (Valencia) el pasado 28 de mayo y que supuestamente fue abandonado por su jefe unos 50 metros antes de llegar al hospital porque carecía de contrato de trabajo.
Según comentaron a Europa Press fuentes próximas a la investigación, el fiscal de Siniestralidad de Valencia, Jaime Gil, ha requerido al fiscal de Gandia que oficie a la Guardia Civil y a Inspección informes "en la mayor brevedad posible", para determinar en qué delitos pudieron incurrir los jefes de este joven, de 33 años.
Con los informes, la Fiscalía decidirá que actuaciones adoptar para esclarecer este asunto y determinar las posibles responsabilidades, indicaron las mismas fuentes, que aseguraron que por este caso se ha interesado también el fiscal de Sala de Siniestralidad, que ha pedido hacer un seguimiento puntual por parte del ministerio público.
La Guardia Civil ya detuvo la semana pasada a los dos jefes del joven, hermanos propietarios del horno, por un delito contra los derechos de los trabajadores, ya que, supuestamente, tenían trabajando a su cargo a personas sin ningún tipo de contrato. Respecto a la denuncia del joven, de que uno de los jefes le abandonó, la Guardia Civil está investigando los hechos por si adopta cualquier otra medida. Por el momento, ha clausurado el establecimiento.
El joven, de origen boliviano, que se encuentra "bien" e ingresado en el Hospital Virgen del Consuelo de Valencia, llevaba trabajando en este empresa de Gandia algo más de un año y medio, sin contrato de trabajo, al igual que el resto de los compañeros, según denunció su hermana, Silvia, en declaraciones a Europa Press.
En el momento del accidente, el joven se encontraba amasando 40 kilogramos de harina y, cuando se le cayó un plástico, se le quedó enganchado el brazo izquierdo en la máquina. Según su hermana, "perdió el brazo, pero la máquina podía haberle tragado si no la hubiera apagado".
Tras el incidente, el jefe del joven lo subió a su vehículo y dijo de llevarlo al hospital San Francisco de Borja de Gandia, aunque unos 50 metros antes de llegar, le obligó a bajar y lo abandonó en plena calle, "mientras perdía mucha sangre". La hermana afirma que el empresario se comportó de esta manera porque "no tenía permisos ni licencias" y, además, "tenía a sus trabajadores sin contrato, sin papeles".
Un viandante fue el que ayudó al joven a llegar al servicio de Urgencias del hospital de Gandia, y una vez allí los médicos se pusieron en contacto con el cirujano Pedro Cavadas y su equipo para ver si le podían reimplantar el brazo.
Por este motivo, los facultativos trasladaron al joven hasta el Hospital Virgen del Consuelo de Valencia, donde el doctor Cavadas no pudo hacer nada por reimplantarse el brazo, puesto que éste "se encontraba en muy mal estado, ya que los empresarios, tras lo ocurrido, lo tiraron a un contenedor", denunció Silvia, quien también recordó que "limpiaron todo para no dejar restos de nada".
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